Monólogo de secreto inconfesable

 Esa sí que fue una noche rara. Sigo intentando poner los hechos en orden y  fallando cada vez que lo intento. Creo que jamás había tenido una resaca como esta y aún así es una noche que no creo poder olvidar. Recuerdo cuando estábamos en la casa de la previa, la cual ni siquiera recuerdo de quien era. Solo se me presentan flashbacks muy inconsistentes como para poder reconstruir la noche completa. Sin embargo lo voy a intentar. 

Cerca de las 23 horas estábamos en la parada del colectivo con mi amigo Foca. Su verdadero nombre era Facundo pero para nosotros había sido Foca toda la  vida. Parados en la avenida Maipú se notaba que estaba nervioso, no paraba de moverse y chequear el celular. Llegado a un punto me cansé de verlo tan errático y le pregunté que le pasaba. Se notaba que le costaba hablar del tema. Cada palabra que escupía deberían haberse sentido como dagas en su garganta. Luego de casi 20 minutos de charla me confesó que estaba enamorado. Casi llorando por la situación me rogó que no contara nada. Sorprendido por el pedido le pregunté por qué, enamorarse es algo bueno le dije, es una gran sensación. Sin embargo, su rostro pareció oscurecerse de repente. Como si la muerte o un espectro hubiese pasado por delante nuestro.  Y fue en ese preciso momento cuando entendí todo. Todo el nerviosismo, miedo y suspenso que había reinado el ambiente de repente cobró sentido. 

Llegamos a la casa donde iba a ser la joda y ya todos estaban ahí, naturalmente nos atrasamos por nuestra pequeña gran charla. Dentro del grupo, Foca tenía una fama de no ser de lo más empático con la comunidad gay, por no decir que era homofóbico. Fue en ese preciso momento cuando Pollo (Martín) apareció y nos saludó. Tanto Foca como yo nos miramos muy tensos por lo obvio de la situación, pero no pasó otra cosa que un simple momeno de tensión entre Foca y yo, ya que claramente Pollo no sabía nada sobre el tema. 

Alrededor de las 2 de la mañana sonó el timbre y cuando se abrió la puerta apareció una mujer que nadie conocía, nadie salvo Pollo. Al ir en su encuentro ambos se abrazaron y besaron cuál pareja y casi puedo asegurar que logré escuchar el corazón de Foca romperse por lo que vio.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

En el Oeste Está el Agite

Monólogo de venganza de un familiar

En el caso de estar en coma.