Condiciones de un crimen

 Condiciones de un crimen 

Francisco Galli



¿Qué harías si fueras un criminal? Uno de aquellos que mata sin remordimiento y tuvieras que huir constantemente de la ley. Si tan solo no hubieras asesinado al joven del tatuaje extraño en el brazo. Serías inocente, pero no de forma real. 

Supongamos que un policía te arresta por un crimen cometido que necesita un culpable. Jurarías por lo que más amás que no serías capaz de hacer tal cosa. Más sabrías que no es cierto. El agente de la ley no dejaría que lo tomaras como un simple ciego incapaz de ver hasta el dato más obvio de algo ya hecho. ¿Intentarías mentirle descaradamente o le plantearías situaciones falsas para salirte con la tuya?.  Probablemente la sala de interrogaciones se sentiría fría, muy fría. Quizás sentirías una sensación de presión en el pecho, o siendo todo lo contrario, estarías totalmente relajado cual experto en su materia. Si fueras capaz de hacer tal cosa lo sabrías. Pero no sabrías hasta dónde podrías llegar. Dejarías que el policía anotara en su libreta “pistas” con su letra de jeroglíficos, mientras vos te reirías hacia dentro. 

Saldrías de la comisaría y caminarías hacia tu casa, ¿cierto?. Eso sería completamente erróneo, ya que no sabrías que en tu hogar las cosas se pondrían mucho peor. Al llegar estarían esperándote varías personas que sabrían lo que hiciste, aunque vos no lo supieras. Hablarían todos en un idioma extranjero y difícil de reconocer mientras vos entrarías en pánico. ¿Confesarías o continuarías las mentiras?. Ellos, por supuesto, apoyarían sobre la mesa un revólver y un libro de cuentos croata, como si de una advertencia se tratara. 

Podrías escapar, enfrentarlos o no hacer nada. Como fuera, saldrías perdiendo. Ante cualquier situación terminarías volviendo a la comisaría, sentándote en la misma sala de interrogaciones y confesarías hasta el último detalle sobre cómo descuartizarías al pobre joven que estaría tirado en el baño de su casa con el cuello cortado y cada uno de sus huesos rotos. 

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